Usted abre su email y encuentra un email de su banco o de la Oficina Postal. No, espere un minuto: no proviene realmente desde ese lugar. La dirección ha sido suplantada: un spammer ha pretendido enviar el email desde una cuenta oficial para conseguir engañarlo.
Esto sucede todo el tiempo a todas las personas. Desafortunadamente, el sistema básico de comunicación SMTP – el que regula el intercambio y entrega de emails – permite que cualquier computadora envíe un mensaje suplantando otra identidad. Es por ello que los engaños constituyen un gran flagelo en la comunicación en Internet, haciendo cada vez más difícil filtrar este tipo de comunicación engañosa. Los filtros antispam protegen todos los servidores de email en forma cada vez más severa: y a la vez que esto representa una buena noticia para su bandeja de entrada, puede definitivamente representar malas noticias si usted está preparando una campaña de marketing por email. De hecho, los proveedores de servicios de sus lectores podrían rechazar aceptar su correo masivo al dudar sobre su legitimidad, causando grandes pérdidas en términos de tasas de entrega.
Afortunadamente existe una forma de autenticar su identidad de email y probar que usted es quien dice ser. Existen dos formas principales de proveer este tipo de autenticación:
DKIM. Un acrónimo para Domain Keys Identification Mail (Claves de Identificación de Mail de Dominio), analiza que la parte del dominio de la dirección de envío (es decir, @sudominio.com) coincida con el dominio real, y verifica que el mensaje en si mismo provenga desde el origen correcto.
SPF. Un acrónimo para Sender Policy Framework (Entorno de Política de Remitente), es un método de validación que verifica la dirección IP de envío (en lugar de verificar el dominio, como lo hace DKIM).
Ambos métodos trabajan creando un registro específico en el DNS de su dominio, que puede ser verificado automáticamente por el servidor de su destinatario de mail.
Es muy importante implementar una firma digital que pruebe su identidad: potenciando la capacidad de entrega de su email legítimo, también ayuda a los remitentes a protegerse contra spammers que intenten suplantar sus direcciones de envío. El marketing por email – y la comunicación por email en general – se encuentran basado en la confianza, y un remitente envía un mensaje porque el lector ha otorgado su permiso. Esta es la primer regla, y las autenticaciones de tipo DKIM y SPF lo ayudarán a cumplir por el lado técnico.
En particular, el servidor de envío de turboSMTP posee un proceso de autenticación por defecto, pero invita a los usuarios a agregar un registro DKIM en sus propios dominios. De hecho, al combinar un servicio SMTP profesional como turboSMTP con un método de validación garantizará la más alta tasa de entrega para sus campañas de email – esto se traduce en menor cantidad de mensajes filtrados, y conversiones más atractivas, al final – más dinero.
Acerca del autor
Giorgio Fontana es administrador de contenido en turboSMTP – un servicio SMTP profesional, socio comercial de SendBlaster – y también edita la revista de marketing digital Web Target.
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